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Para que lo tengas claro, hemos elaborado una pequeña guía con los alimentos bajos en calorías o recomendables en dietas de adelgazamiento que puedes encontrar en el súper, farmacias o herbolarios.
La mayoría de la gente acude a la sección de dietética de los supermercados pensando que todo lo que hay sirve para adelgazar y no es así. Dietético significa equilibrado, y aunque esta sección incluye algunos productos bajos en calorías, la mayoría son, simplemente, alimentos elaborados de forma más natural, integrales o para personas con problemas: sin gluten para celiacos, sin azúcar para diabéticos, soja para gente con intolerancia a la lactosa...
Sí es cierto que estos alimentos, al estar hechos con ingredientes más saludables, nos permiten llevar una alimentación más equilibrada y baja en grasas saturadas.
En coincidencia con la obsesión por la delgadez, una impresionante la cantidad de productos llevan en su etiqueta la palabra diet o light. ¿Son confiables? ¿Realmente ayudan a perder peso? Habla una especialista.
En principio conviene aclarar que lo diet (que en inglés significa dietético) no es sinónimo de bajas calorías. La nutricionista Pilar Llanos aclara que bajo este nombre se definen los productos cuyos componentes se han modificado, ya sea porque tienen menos hidratos, más proteínas, menos grasas, o un aumento de minerales en su composición. En definitiva, dice la experta “es un adjetivo de uso excesivamente amplio y poco concreto que puede aplicarse a cualquier producto que ha variado su composición química”.
Conocer esto es fundamental para llevar a cabo una elección adecuada. “Por ejemplo, -sigue- si lo que se quiere es controlar el peso, hay que prestar atención a la fórmula que aparece en las etiquetas. En el caso de pastas y panes, antes de llevar el producto al carrito verificar si éstas suministran menos calorías por porción o si se llaman diet porque tienen el doble de salvado, aunque aporten tantas calorías como el producto tradicional”.
En cuanto a los lácteos, muchos yogures y leches cultivadas ostentan la denominación diet, que en estos casos habla de una reducción de calorías como consecuencia de menores porcentajes de grasas e hidratos de carbono. Por lo general, estos productos no incluyen azúcar, consignan en los envases las cifras de grasas y colesterol y se presentan
fortificados con dosis adicionales de calcio o hierro. “Sin embargo, no todos los yogures son reducidos en calorías. Hay marcas que aunque llevan el rótulo de diet, vienen con un colchón de frutas que tienen azúcar”.
“En los chocolates, -sigue- cuando aparece la palabra diet significa que tienen menos azúcar, pero casi siempre se omite la mención de sus grasas y calorías, que suelen ser iguales o aun mayores que las de los chocolates comunes”.
En el rubro de las mermeladas también hay que distinguir qué dice el etiquetado. “Las mermeldadas bajas calorías aportan aproximadamente la mitad de las calorías de un producto tradicional, porque contienen endulzantes no calóricos. Pero también existen las mermeladas light, que brindan una reducción calórica no tan marcada (sólo 20% menos que las clásicas) y se elaboran con fructosa, una sustancia muy dulce con valor energético”.
Tanto en los regímenes para bajar de peso como en el caso de los diabéticos debe prevalecer el control minucioso de cada una de leyendas o, en el mejor de los casos, el asesoramiento médico.
Una consecuencia preocupante de la proliferación de los productos diet es que los chicos están consumiendo una gran cantidad de edulcorantes sin necesidad. Esto es especialmente así en el caso de las gaseosas dietéticas. En países como España, la venta de este tipo de productos dietéticos está prohibida a los menores de edad.
Mucha gente piensa erróneamente “que los productos integrales adelgazan, algo que es totalmente falso. El pan, galletas, pasta, cereales o magdalenas integrales tienen las mismas calorías que los refinados. Eso sí, son más sanos y saciantes porque contienen fibra y más minerales y vitaminas, pero eso no significa ni mucho menos que adelgacen.”
Los productos dietéticos suelen estar modificados en alguno de sus componentes pero eso no significa que sean menos calóricos.
Algunos alimentos considerados ‘light’ tienen casi la misma cantidad de calorías que los comunes. Que el azúcar haya sido sustituido por fructosa no quiere decir que tengan menos calorías. La fructosa es el azúcar de la fruta y además muchos de estos productos suelen contener grasas o aceites, que pueden incluso incrementar su valor calórico
Con sólo tener modificado uno de sus componentes o rebajada la cantidad de calorías, los alimentos pueden calificarse como ‘light’, lo que explica que no siempre sean más bajos en calorías.
Sin embargo, hay que ver cuáles son los alimentos light verdaderamente bajos en calorías y convenientes para seguir una dieta de adelgazamiento: alimentos desnatados o desengrasados, endulzados con edulcorantes artificiales...
Lógicamente, consumir alimentos que contengan menos calorías que los normales puede ayudarnos a controlar el peso o a seguir una dieta de adelgazamiento, pero no podemos pretender que sólo comiendo este tipo de alimentos vayamos a adelgazar. Deben formar parte de una dieta variada y equilibrada y también hay que tener en cuenta que comer dos light puede significar ingerir más calorías que tomar el mismo producto normal.
Antes de comprar un producto dietético mira la etiqueta: puede que un chocolate que no contenga azúcar tenga el doble de grasa, lo que lo hará apto para personas con el azúcar alto pero no para quienes quieran adelgazar. El aspartamo, la sacarina o el acesulfame potásico son los únicos edulcorantes que aportan cero calorías. El sorbitol y el manitol, que se utilizan mucho, no son recomendables.
La sección de dietética del súper
En todas las grandes superficies hay una sección de dietética. En ella encontrarás alimentos integrales, biológicos, hechos con productos naturales, sin azúcar, sin gluten, bajos en calorías, edulcorantes... también suele haber una parte dedicada al ‘control del peso’. Todos ellos son alimentos sanos y equilibrados pero también más caros: mermeladas, bollería, pasta y arroz integral, alimentos hechos con soja, pan, caramelos, infusiones, chocolate...
Con el nombre ‘control del peso’ encontrarás las típicas barritas, natillas, batidos y galletas sustitutivas de las comidas. Estos productos son similares a los que se venden en farmacias, pero las marcas son diferentes: Guerlínea, Gerblé y Bio Century, de precios similares, son las más habituales. Las barritas, natillas, batidos e incluso sopas y sandwiches pueden sustituir una de las comidas importantes del día; las galletas o bombones son tentempiés para evitar el picoteo.
¡Ojo¡: si no tienes ningún problema de salud, comer a base de alimentos dietéticos le puede salir muy caro a tu bolsillo. Los productos sustitutivos de las comidas no pueden utilizarse de forma continuada, sino como recurso de un día ajetreado o como un plan de choque de un par días de duración.
Además de los dietéticos, en cada sección del súper puedes encontrar la versión light o baja en calorías de muchos alimentos: mayonesa, mermelada, margarina, cacao en polvo, refrescos, patatas chips, galletas y bollería, pan...
¡Cuidado¡: no te dejes engañar, muchos de los alimentos que se anuncian como light tienen las mismas calorías o sólo unas pocas menos que los normales, mientras que su precio suele ser más elevado.
No son bajos en calorías: no te engañes, aunque tengan menos calorías que las normales, las patatas fritas light siguen siendo muy calóricas y lo que debes hacer es eliminarlas de una dieta de adelgazamiento. Lo mismo que los chocolates sin azúcar: ¡tienen tantas calorías como los normales porque contienen más grasas¡
Nuestra selección: si tu objetivo es no añadir calorías extra a tu dieta, sí son recomendables los productos lácteos desnatados, las mermeladas rebajadas en azúcar, los refrescos light o los edulcorantes a base de sacarina y aspartamo.
Útil consejo: los productos bajos en calorías o dietéticos son más caros que los normales. Para no llevarte a engaño y no arruinarte lo mejor es que mires los ingredientes, las calorías y el precio y los compares con los del producto normal que sueles comprar. Si te compensa, adelante.
La palabra light, otra expresión de origen inglés que significa ligero o liviano no es sinónimo de diet. “En este caso, bajo la denominación de light
se está señalando -explica Pilar Llanos- que el producto contiene en comparación con el original: 50% menos de grasas o 30% menos de calorías o 50% menos de sodio”.
Es importante remarcar que la reducción de calorías puede conseguirse de diferentes maneras. Por ejemplo, sustituyendo los azúcares por edulcorantes acalóricos, eliminando total o parcialmente la grasa de los alimentos o reduciendo el contenido de alcohol como en la cerveza.
En el caso de la leche, la principal diferencia entre la leche entera, semidescremada y descremada se encuentra en el contenido en grasa que se ve visiblemente reducido. Así, mientras que la leche entera tiene un 3,5% por ciento de grasa aproximadamente, la semidescreamda contiene un 1,5% por ciento de grasa y la descremada menos de 1% de grasa.
En el caso de las carnes, las que llevan el rótulo de light es porque tienen menos grasas. “Por lo tanto, -aclara Pilar- proveen menos calorías y su índice de colesterol es más bajo”.
“Lo importante es que el consumidor no se deje engañar por los rótulos light o diet o los envases de color verde”, concluye la experta.
Hoy en día, el acto de elegir alimentos exige un cuidado que requiere tanto de información actualizada como de tareas detectivescas. Muchos productos se promocionan con un 50% de menos calorías, pero no aclara en relación
a qué. En este caso, lo que hay que hacer es comparar siempre los datos del alimento diet con los de su versión clásica.
En el caso de las galletitas o del dulce de leche, si se los compara con su versión clásica, se observa que las que dicen ser dietéticas tienen una cantidad semejante en calorías a los productos clásicos.
Lo ideal, en última instancia, -si se quiere adelgazar algunos kilos- es elegir alimentos frescos, no excesivamente elaborados y por supuesto seguir las indicaciones de un especialista. El peligro está en desconocer lo que indican las fórmulas ya que muchos consumidores, creyendo que los productos que se promocionan como diet o light, no engordan, pueden llegar a comer en exceso, dejando de lado otras estrategias que efectivamente sí sirven para adelgazar como es la práctica de ejercicios, consumir alimentos en menor cantidad y cambiar los hábitos alimentarios.
Los yogures, margarinas, mayonesas y mermeladas light o diet que consume la barra que desea bajar los rollos no son la papa para adelgazar ni menos para cuidar la salud. Nada que ver. Estas palabras son, según aclaró ayer el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), un mecanismo de publicidad de los fabricantes, dado que no están presentes en la legislación chilensis. En la práctica, puede llamarse así a cualquier producto, sea un pastel de choclo, ulpo o una parrillada.
Los investigadores del Sernac, de la manito con laboratorios particulares y del Departamento de Nutrición de la Universidad de Chile, realizaron un estudio durante ene meses sobre la relación entre estos productos y las supuestas cualidades nutritivas que dicen poseer. Así la cosa, se les puso lupa a 46 productos normales, diet y light de 25 marcas diferentes, los que fueron comprados en noviembre del 2002.
De los 26 que figuraban como diet o light, 13 no estaban rotulados como corresponde, o sea no tenían la tabla obligatoria con sus componentes nutritivos. Los antecedentes de dichos yogures, mermeladas, mayonesas y margarinas serán enviados al Sesma para que vea si inicia sumarios contra las empresas fabricantes.
Pero lo más importante es que la denominaciones dietéticas especiales andan al lote. El dire del Sernac, Alberto Undurraga, dijo que “las denominaciones light y diet son sólo elementos publicitarios”.
Por eso, el caperuzo aconsejó “a los consumidores fijarse bien en la tabla nutricional del envase antes de comprar, y sobre todo a quienes tienen razones de salud para elegir entre uno u otro producto”.
El poner características en inglés a diestra y siniestra podría eventualmente constituir publicidad engañosa. Con los resultados en la mano, el servicio del consumidor ahora se pondrá de cabeza a ver si puede acusar a algunas marcas de engañar a la barra, sobre todo en el caso de dos productos que aparecen como light y son normales a la vela , sin tener una mínima reducción en grasas o azúcares ni la tabla legal.
La posible acción legal del Sernac depende del análisis que se haga de parte del estudio, onda focus group, donde se encuestó a los compradores y se comprobó que la gente no tiene las más pájara idea de lo que es light o diet y los compra como hipnotizada por la famosa publicidad.
Con todo, Undurraga anunció que también se moverá para lograr que las denominaciones chantas tengan un tratamiento especial en la nueva ley del consumidor, ya que hasta ahora el cuerpo legal sólo obliga a entregar información de productos “livianos” o “reducidos”en castellano.
Por ejemplo, el estudio señala que “la mermelada Eckart, no rotula la Ingesta Diaria Admisible (IDA), del producto edulcorante aspartamo que contiene, ni su concentración”. Así como “la mermelada Cinco Continentes sólo rotula descriptor de fantasía, sin especificar uno del reglamento sanitario”.
En margarinas, en el caso de Leche Sur y Sureña la disminución de energía detectada por los análisis efectuados por los caperuzos no es suficiente para que se les catalogue como reducidas en calorías.
Estudio Diet o Light ¿motivo de preocupación?Por las mayonesas, el informe explica que las Hellmanns y Maggi, rotuladas como livianas, son sólo reducidas.
Si bien el Reglamento Sanitario de Alimentos no establece normas para la utilización de los conceptos Diet o Light, sí norma la utilización de los denominados descriptores: Libre, Bajo, Reducido, Liviano, etc.Isabel Zacarías
Nutricionista INTA
Conociendo esta información el consumidor puede elegir correctamente sus alimentos.
De acuerdo a la evaluación integral de 46 productos rotulados como Diet o Light, realizada por el Servicio Nacional del Consumidor en enero de 2003, se dedujo que el público no tiene claro el significado de estos conceptos, a los que adjudican características que no siempre poseen y que tienden a generar falsas expectativas de lo que se está comprando.
Por otro lado, el actual Reglamento Sanitario de los Alimentos, publicado por el Ministerio de Salud en 1997, no contempla estos términos como descriptores para destacar las características nutricionales de un alimento, como sí lo hace con los conceptos Libre, Bajo, Reducido, Liviano, Buena Fuente, Alto y Fortificado.
Este Reglamento es un instrumento normativo y de comunicación dirigido al consumidor para facilitar su decisión de compra en términos nutricionales. En él se establece que para indicar una característica nutricional en un producto alimenticio, sólo se pueden utilizar frases que cumplan con los descriptores aprobados por el Reglamento.
Los alimentos Diet y Light surgieron en la década del ‘80, cuando se empleó la sacarina en reemplazo del azúcar, entrando en el mercado dirigidos a quienes querían bajar de peso e incorporándose exitosamente porque son denominaciones empleadas a nivel internacional.
Actualmente, debido al gran desarrollo que ha tenido la industria de alimentos y la gran variedad de productos existentes, un alimento Diet o Light puede tener diversos significados. Por ello se recomienda al consumidor leer la etiqueta de los productos al comprar.
En Chile, según el estudio realizado por la consultora internacional AC Nielsen en 47 países, los productos Diet y Light más consumidos son la leche, mayonesa, yogur, mermeladas, gaseosas, pan de molde y margarina, los que a su vez son considerados como artículos de primera necesidad en la canasta familiar.
Este interés por disminuir el consumo de azúcar y grasa podría considerarse una excelente señal, siempre que el consumidor sepa qué es lo que está comprando. Por ello la recomendación para la empresa es asociar siempre los productos Diet o Light al descriptor que corresponda según la modificación realizada en el referente.
La clave está en leer la etiqueta de los alimentos
Los mensajes normados en el Reglamento, están respaldados por la evidencia y consenso científico, de tal forma que se pueden convertir en una poderosa herramienta para promover una alimentación saludable y ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, hipertensión u osteoporosis.
Estos objetivos requieren que los consumidores conozcan el etiquetado nutricional y el significado de los elementos que éste comprende, es decir: Contenido de energía y nutrientes o Información nutricional, Mensajes nutricionales y Mensajes saludables.
Los mensajes nutricionales, por ejemplo, relacionan el alimento con el aporte de energía o de un nutriente específico, con afirmaciones como “liviano en calorías”, “bajo en grasa“, “alto en calcio”, “ fortificado con hierro”, entre otras.
Los mensajes saludables en tanto, destacan una característica del alimento sobre la salud de las personas. Por ejemplo, el desarrollo de cáncer depende de muchos factores y una alimentación baja en grasa total puede reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer; entre los muchos factores que afectan las enfermedades del corazón, una alimentación baja en grasa saturada y colesterol puede reducir el riesgo de esta enfermedad, etcétera.
De esta forma, sin necesidad de memorizar la definición de cada descriptor y con sólo leer la etiqueta, el consumidor debe enterarse de la composición de un producto, ya que la reglamentación indica que bajo cada descriptor Reducido o Liviano, por ejemplo, se indique también el porcentaje de disminución de calorías, grasa u otro componente que haya sido modificado, en relación al alimento homólogo completo al que se hace referencia.
En términos prácticos, si un alimento señala ser “reducido en calorías”, también debe decir que “contiene un 25% menos calorías” que el alimento de referencia.
Por último, en la etiqueta se presenta la tabla de composición nutricional del alimento expresada por 100 gramos del producto y por la porción de consumo especificada.
Recomendaciones para el consumidor
Lea la etiqueta de los alimentos y productos alimenticios al comprar
Identifique la fecha de elaboración y vencimiento el producto
Fíjese en los ingredientes y aditivos que contienen los alimentos, en especial si usted o algún miembro de su familia padece de alguna alergia alimentaria
Si quiere cuidar su salud, prefiera los alimentos Bajos, Livianos o Reducidos en grasa y calorías
Elija aquellos alimentos que son Buena Fuente, Altos o Fortificados en calcio, hierro, ácido fólico o fibra dietética
fuente: http://www.alimentacion-sana.com.ar/informaciones/novedades/diet.htm
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